Estamos acostumbrados a ver en televisión anuncios diciendo lo beneficioso que es mascar chicle o tomar caramelos después de las comidas, ya que aporta frescor y buen aliento. Eso no significa que vayan a limpiar la boca ni a asegurar una correcta higiene bucal. La gran mayoría de las personas opta por la solución más tradicional, es decir, cepillarse los dientes después de ingerir alimentos, pero no todo el mundo piensa así. Hoy planteamos una cuestión:
¿Hasta qué punto es beneficioso sustituir el cepillo por un chicle o caramelo?
Está claro y todos sabemos que debemos tener una higiene bucal después de comer, pero ¿Cómo debemos hacerlo o qué podemos usar para hacerlo? Es muy fácil: un cepillo de dientes y una buena pasta dentífrica. Eso es lo único que nos garantizará la perfecta limpieza bucal. Pero aún así nos preguntamos hasta qué punto es beneficioso o perjudicial mascar chicles o tomar caramelos cuando no podemos lavarnos en ese momento los dientes, teniendo en cuenta los efectos que éstos pueden tener en nuestro organismo tras ingerir alimentos. Analizamos los efectos que se producen en nuestro interior:
– Cuando terminamos de comer, la boca se llena de ácidos que afectan directamente a nuestro esmalte dental, provocando debilitación y por consiguiente dejándolo expuesto a las gran temidas caries. Justo después de comer disminuye la saliva de nuestra boca aumentando ese riesgo, pero masticar chicle hace que se genere más saliva, reduciendo así el riesgo de recibir ataques bacterianos. Así que podríamos decir que mascar chicle es bueno… pero sería mejor hacerlo después del cepillado tradicional y un posterior colutorio después de comer.
– En cuanto a la digestión, se puede facilitar sencillamente si masticamos chicle, porque aumentamos el porcentaje de saliva y eso hace que nuestro estómago digiera los alimentos. Y a su vez, esto nos ayudará a reducir la posibilidad de padecer acidez.
– Acerca del efecto laxante de los chicles, comentado en multitud de ocasiones, se produce porque los chicles sin azúcares poseen una composición de alto porcentaje de fenilalanina, es una sustancia laxante que provoca que el movimiento intestinal aumente siempre y cuando consumamos grandes cantidades al día.
A las personas que consumen chicles diariamente les pueden pasar tres cosas: que tenga un efecto en nuestro apetito, saciándonos, tener gases y caries. La explicación de la falta de apetito está en que el consumo de chicles, hace que nuestro cerebro detecte lo mismo que cuando ingerimos alimentos, haciendo que nos saciemos. Por otra parte, el consumo de chicles continuado puede provocar gases, ya que al masticar el chicle tragamos aire que va directo a nuestro estómago, y por último, si ese consumo es de chicles azucarados provocará unas caries que podrían haberse evitado con chicles sin azúcares. El xilitol es un sustituto natural del azúcar que el uso continuado del xilitol no solo evita el crecimiento de las bacterias, sino que reduce la formación de la placa dental con el tiempo. Pero sigue sin ser un sustituto del cepillado, eso es innegociable.
Así que podemos concluir con que consumir chicles y caramelos después de las comidas, no es del todo perjudicial para la salud como se dice, pero obviamente nunca hay que sustituir el cepillado dental con dentífrico por el consumo de éstos. Si en alguna ocasión nos resultara imposible asearnos, podríamos usarlos como sustituto para no dejarnos la boca sucia después de comer pero siempre con medida, y en cuanto podamos, terminar de solventarlo con el método tradicional.
Ante cualquier molestia no dudes en visitar a tu dentista en las Clínicas IGB Dental.