Los implantes dentales son una excelente opción para reemplazar dientes perdidos y ofrecen una serie de beneficios que van más allá de la estética. Sin embargo, pueden verse afectados en algunas ocasiones.
En este artículo hablaremos de la periimplantitis, una enfermedad inflamatoria que afecta a los tejidos blandos y/o duros que rodean un implante dental y puede provocar la pérdida del mismo.
CAUSAS DE LA PERIIMPLANTITIS
Hoy en día, la causa exacta de la periimplantitis aún no se conoce por completo. Sin embargo, existen varios factores de riesgo que pueden aumentar las posibilidades de desarrollar la enfermedad. Algunos de ellos son:
- Mala higiene bucal: favorece la acumulación de placa bacteriana alrededor del implante.
- Bruxismo: puede provocar la fractura o el aflojamiento de la corona que se coloca sobre el implante dental, pudiendo ser la causa subyacente de la periimplantitis.
- Consumo de tabaco: reduce la circulación sanguínea y debilita el sistema inmunológico, lo que dificulta la lucha contra las bacterias que se acumulan alrededor del implante.
- Algunas enfermedades sistémicas: como la diabetes, la artritis o la osteoporosis, que pueden aumentar las posibilidades de desarrollar periimplantitis debido a que pueden debilitar el sistema inmunológico y dificultar la cicatrización.
- Sobrecarga del implante: hace que el hueso que rodea el implante se sobrecargue.
- Calidad insuficiente del hueso que rodea al implante: si esta condición se da, pueden aumentar las posibilidades de desarrollar periimplantitis.
¿CUÁLES SON SUS SÍNTOMAS?
La periimplantitis puede manifestarse de distintas maneras. Sin embargo, los síntomas más comunes incluyen los siguientes:
- Sangrado y dolor en las encías alrededor del implante al cepillarse los dientes o al usar hilo dental en la zona afectada.
- Hinchazón y enrojecimiento en la superficie dañada, lo que indica una posible infección.
- Los problemas de cicatrización, como una prolongación en la duración del proceso o una incorrecta cicatrización en la zona del implante, pueden ser un indicio de periimplantitis.
- Movilidad o aflojamiento del implante, lo que supone un síntoma de alarma por la posible pérdida de soporte óseo.
- Mal aliento o sabor desagradable en la boca debido a la acumulación de bacterias alrededor del implante.
Si experimentas alguno de estos síntomas, es importante que consultes a tu dentista de inmediato, ya que la periimplantitis puede causar graves problemas si no se trata a tiempo.
TRATAMIENTOS DE LA PERIIMPLANTITIS
La gravedad de la inflamación y del daño causado al implante y al tejido que le rodea determinará la elección del tratamiento. Éste puede ir desde una limpieza profunda hasta una cirugía regenerativa.
- Limpieza profunda: en los casos más leves de periimplantitis, puede ser suficiente aplicar este tratamiento en la zona afectada para eliminar la placa bacteriana y el sarro acumulado. Este procedimiento puede requerir anestesia local con el fin de evitar molestias durante el mismo.
- Antibióticos: pueden ser necesarios en combinación con el anterior tratamiento para combatir la infección y prevenir la propagación.
- Cirugía: en aquellos casos en los que la enfermedad haya avanzado, puede ser necesario realizar una cirugía para limpiar la zona afectada y regenerar el tejido perdido. El procedimiento puede incluir la eliminación de la placa bacteriana y el sarro acumulado, la eliminación de tejido inflamado y la regeneración del hueso y los tejidos blandos.
- Terapia con láser: puede ser utilizado como tratamiento complementario a otro, ya que puede ayudar a eliminar las bacterias y promover la regeneración del tejido, además de mejorar la cicatrización y reducir la inflamación.
IGB Dental te recuerda que los síntomas de la periimplantitis pueden no aparecer de manera inmediata y pueden desarrollarse gradualmente con el tiempo. Por ello, es importante pedir cita con el dentista de manera regular y realizar revisiones periódicas de control tras la colocación de un implante con el fin de detectar cualquier signo de periimplantitis a tiempo y evitar complicaciones mayores.