La Real Academia Española define Bruxismo como el rechinamiento de dientes involuntario que se produce durante el sueño. Y es que, tanto rechinarlos como apretarlos es un trastorno que puede acarrear en nuestra salud bucodental varios y graves problemas.
Se produce tanto por la mañana como por la noche, pero al ser un acto involuntario, durante las horas de sueño es más complicado controlar.
¿Qué motivos pueden causar este trastorno?
- Ansiedad, estrés y tensión: estas tres causas hacen que el rechinamiento de los dientes se acreciente.
- Depresión: la depresión desemboca en malestar general y dolores de cabeza.
- Dolor de cabeza: está comprobado que el dolor de cabeza está relacionado con la tensión de todos los músculos faciales, entre los que se encuentran los de la mandíbula.
- Dolor en la mandíbula: el dolor de mandíbula nos hace ejercer presión en los dientes, unos contra otros.
- Dolor en el oído: la estructura de la mandíbula está muy cerca del conducto auditivo externo, de manera que lo percibimos como dolor referido.
- Sensibilidad: la sensibilidad en los dientes o en la boca producen malestar o dolor y esto puede que cause tensión en la mandíbula.
- Trastornos del sueño: estos trastornos pueden acarrear la tensión o el rechinamiento en la mandíbula. el momento del sueño es el peor momento donde se puede sufrir bruxismo, puesto que es muy improbable controlarlo de forma natural.
- Trastornos alimenticios
Los objetivos para prevenir o corregir el bruxismo son, básicamente, disminuir los dolores, el rechinamiento y la prevención de cualquier daño dental. Si sufres este malestar, hay varios remedios que puedes aplicar para aliviar el dolor, como pueden ser por ejemplo:
- Comer, en la medida de lo posible, la menor cantidad de alimentos duros con los que haya que tensar la mandíbula
- No masticar chicle
- Beber mucha agua
- Ejercitar los músculos faciales para que vuelvan a la normalidad
- Aplicar masajes en la cara y los músculos que la rodean para evitar o calmar los dolores que se producen en la cabeza y en la cara.
- Encontrar los puntos que conlleven una tensión de la mandíbula para corregirlos
- Hacer ejercicios de relajación facial con el fin de convertirlo en un hábito
- Aplicar hielo en los músculos de la mandíbula
- Conseguir dormir bien
- Reducir el nivel de estrés al que estás sometido/a al mínimo
El tratamiento para el bruxismo, por suerte, está más que controlado.
Lo más común es usar protectores bucales o férulas dentales para el tratamiento del rechinamiento y tensión de la mandíbula en la articulación tempronomandibular. Las férulas ayudan a proteger los dientes de la presión que ejercemos al rechinarlos, pero muchos vuelven a sentir la presión y tensión cuando se quitan la férula.
Estas férulas se colocan en los dientes superiores o inferiores y mantienen la mandíbula más relajada. Cualquiera de las dos pueden funcionar, solo debes encontrar la adecuada para ti.
Otro tipo de férulas pueden ser las que se colocan en los dientes frontales solo. Con esto se pretende que los molares, que son los que más presión o rechinamiento ejercen, queden totalmente separados.
Si una férula dental o un protector bucal no surten efecto, siempre se puede recurrir al ajuste ortodóncico en el patrón de la mordida.
Siempre podemos considerar la cirugía como último recurso para corregir este trastorno.
Si no queremos optar por ninguno de estos métodos, existen otras prácticas como pueden ser el yoga o la relajación, que ayudan a la concienciación y el control de todos los músculos de nuestro cuerpo y poder relajarlos a nuestra voluntad.
En nuestras clínicas de IGB Dental te ofrecemos una primera cita gratuita para estudiar tu caso. No dude en contactarnos.