Las llagas bucales o aftas representan una molestia bastante habitual para muchas personas. Se trata de pequeñas heridas de aspecto blanquecino o amarillento, que aparecen en el interior de la boca, tanto en la zona de las mejillas, como en los labios, la lengua, las encías o hasta el paladar. Pese a ser diminutas causan dolor, incomodidad y dificultades para comer y hablar.

En este post del blog de las Clínicas IGB Dental te contamos por qué se originan las llagas en la boca y cómo terminar con ellas.

¿Por qué salen llagas en la boca?

La aparición de las llagas suele ser producto de una lesión bucal, aunque también está relacionada con algunos problemas de salud. Hay personas con mayor predisposición a la formación de estas aftas, que pueden presentarse en cualquier edad, tanto en niños como en adultos.

Las principales razones por las que se da este fenómeno son:

• Una lesión con elementos punzantes o metálicos.
• Morderse la boca con los dientes accidentalmente.
• Brackets metálicos con un arco que sobresale.
• Defensas bajas, estrés, falta de sueño o cambios hormonales.
• Sistema inmunológico debilitado, tanto temporal como crónico (por ejemplo tras un trasplante).
• Enfermedades autoinmunes.
• Déficit de vitaminas B y C.
• Mala alimentación.
• Deficiente limpieza bucodental.

¿Cómo curar las llagas bucales?

Lo más habitual es que las aftas de la boca no requieran de un tratamiento específico, ya que suelen desaparecer por sí solas con el paso de los días, ya que el tejido de la zona afectada se regenera. El tiempo de curación depende de cada persona, pero no suele alargarse más de una semana. De persistir,  lo mejor por precaución es visitar a tu dentista de confianza para que te informe el procedimiento a seguir.

Pese a esto, en las farmacias existen algunos productos que hacen más llevadero el tiempo de curación, aliviando molestias y acelerando la cicatrización mediante la creación de una capa protectora que protege a la zona de posibles roces. Las más efectivas son aquellas cremas o pomadas con ácido hialurónico.

Si bien circulan numerosos remedios caseros para curar las llagas bucales, como el agua oxigenada o el bicarbonato, lo aconsejable es no recurrir a estas alternativas, ya que puede resultar contraproducente para la salud bucodental o tener efectos secundarios. Lo recomendable durante el proceso de cicatrización es llevar una dieta blanda y evitar el contacto de la llaga con la lengua y los dientes.

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